"Cada persona, un mundo" decimos, cuando no entendemos las decisiones ajenas. Es que nos olvidamos de la profunda (y hermosa) verdad que se esconde detrás del prejuicio y de esas cuatro palabras organizadas por una coma: cada persona, un mundo Si tan sólo viviéramos con menos miedo. "Somos un mar de fueguitos", dijo Galeano. Algo tan complejo tan misterioso tan inasible como la infinitud del Universo. Y tan finitos como un suspiro.